La alimentación para el sistema inmunitario

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Todas las células implicadas en la repuesta inmunitaria necesitan ser alimentadas de manera correcta. Para estimular la inmunidad es necesario ante todo seguir las reglas básicas de una alimentación sana: consumir alimentos frescos y variados, y organizar los platos de manera que equilibremos aportes.

Los alimentos industrializados son mucho menos ricos en nutrientes que los frescos. Intenta por tanto dar prioridad a los alimentos frescos y evita los platos cocinados de manera industrial, pues los numerosos aditivos que contienen no favorecen la armonía metabólica. Añadir también que la fatiga y el estrés perturban la respuesta inmunitaria.

El top 20 de los alimentos inmunoestimulantes

  1. El pan integral completo
  2. La quinoa
  3. La patata
  4. Los brotes germinadas
  5. El yogur
  6. La pata de cordero
  7. La morcilla
  8. Las vieiras
  9. Las gambas
  10. La alcachofa
  11. El brócoli
  12. La col blanca
  13. Las judías verdes
  14. Los canónigos
  15. El tomate
  16. Los lichis
  17. La ciruela
  18. La sandía
  19. Las frambuesas
  20. Las avellanas

El pan integral completo

El pan integral se prepara con harina integral, es decir, poco refinada. Refuerza una gran parte de los nutrientes contenidos en el trigo, de los cuales algunos participan en el buen funcionamiento de la inmunidad, las vitaminas del grupo B, la vitamina E, así como también el selenio, el cromo, el cobre, el zinc…

La quinoa

Este grano que no pertenece a la familia de los cereales, es uno de los raros vegetales que contiene proteínas completas. Esto es importante porque nuestro organismo precisa de proteínas para fabricar un gran número de sustancias inmunitarias.

La patata

La patata es una buena fuente de glúcidos rápidos que suministran energía. Y el sistema inmunitario precisa de energía para funcionar a pleno rendimiento. Además proporciona una cantidad nada despreciable de vitamina C, una de las más indicadas en la respuesta inmunitaria.

Los brotes germinados

Son muy ricos en vitaminas del grupo B, vitamina E, hierro, magnesio, calcio… Cada brote posee una composición particular, ligada al contenido nutricional de la planta de origen. Para reafirmar la inmunidad, dale mayor importancia al trigo germinado, a la alfalfa y a las lentejas.

El yogur

El yogur es uno de los principales alimentos amigos de la inmunidad, gracias a la presencia de bacterias que favorecen la renovación de la flora intestinal. Esta juega un papel esencial en la regulación de la respuesta inmunitaria.

La pata de cordero

No es carne muy grasa, sobre todo si se tiene la precaución de eliminar las partes grasas y no consumir los jugos de la cocción. En estas condiciones aporta una gran cantidad de proteínas beneficiosas que el organismo puede utilizar para la síntesis de diversas sustancias inmunitarias.

La morcilla

Estimula la respuesta inmunitaria gracias sobre todo a su gran contenido en hierro, cuya carencia provoca una bajada en las defensas.

Las vieiras

Contienen un verdadero cóctel de sustancias inmunoestimulantes: hierro, zinc, cobre, selenio… así como vitaminas del grupo B y vitamina A.

Las gambas

Como las vieiras, las gambas contienen numerosos nutrientes favorables para la inmunidad, sobre todo minerales y oligoelementos: zinc, selenio, hierro, cobre…

La alcachofa

Facilita la depuración del hígado y la proliferación de las bacterias intestinales beneficiosas. Un buen funcionamiento hepático e intestinal garantiza unas mejores defensas contra las infecciones.

El brócoli

Es uno de los alimentos mayores en cuanto a la inmunidad. Contiene, en cantidades equilibradas, las tres vitaminas antioxidantes principales, lo que le permite proteger las células inmunitarias contra los fenómenos oxidantes. Se ha demostrado que el consumo regular de brócoli protege contra la aparición de algunos tipos de cáncer. La acción inmunoestimulante del brócoli, se debe principalmente a la presencia de sulforafano, un fitonutriente que estimula la producción de ciertas enzimas.

La col blanca

Contiene glucosinolatos que ayudan a luchar contra las infecciones bacterianas. Posee además una acción directamente antiinflamantoria. Sus fibras contribuyen al equilibrio del tránsito intestinal, lo que influye favorablemente en la inmunidad.

Las judías verdes

Son bastante ricas en betacarotenos que contribuyen al buen estado de las defensas. El selenio, el zinc y el hierro juegan un papel en la estimulación del sistema inmunitario.

Los canónigos

Las proteínas de los canónigos contienen todos los aminoácidos indispensables. Aunque están presentes en pequeñas cantidades, facilitan la producción de numerosas sustancias inmunitarias. Es una fuente excepcional de betacaroteno, aliados indispensables de la inmunidad.

El tomate

Debe su acción inmunoestimulante a la presencia de licopeno, una sustancia antioxidante mayor que favorece el óptimo funcionamiento del sistema inmunitario. Como es diurético, permite una buena eliminación de los residuos, lo que facilita la acción inmunitaria.

Los lichis

Es una fruta tonificante gracias a la calidad de los azúcares que aporta, a las vitaminas y a los oligoelementos. Al estimular de manera global la energía, permite que el sistema inmunitario trabaje en buenas condiciones.

La ciruela

Son muy energéticas, gracias a la calidad de sus azúcares. Contienen, en pequeñas cantidades, las tres vitaminas antioxidantes de base. Protegen así las células inmunitarias contra las agresiones de los radicales libres.

La sandía

Actúa sobre el sistema inmunitario gracias a su fuerte contenido en betacarotenos, asociado a un poco de vitamina C y E. Su riqueza en licopenos refuerza esta acción protectora.

Las frambuesas

Aportan una gran variedad de nutrientes inmunoestimulantes en pequeñas cantidades: vitaminas C y E, hierro, zinc, betacarotenos… Contienen ácido tánico, que los especialistas creen que es el responsable del fuerte poder antiviral de esta pequeña fruta delicada.

Las avellanas

Sostienen la acción del sistema inmunitario gracias sobre todo a su fuerte contenido en ácidos grasos monoinsaturados, asociados a la vitamina E.

 

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