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En la hipoglucemia se puede describir tres etapas, que se presentan sucesivamente:
- Una primera etapa de aviso. Los síntomas son consecuencia del esfuerzo que realiza el organismo para compensar el desequilibrio metabólico por medio de la secreción hiperglucemiantes (que provocan la subida de la glucemia). Los síntomas se deben sobre todo a una de ellas, la adrenalina, y consisten en lividez de la cara, sudoración tenue, ligero temblor de manos, sensación de vacío en el estómago, leve confusión mental, a veces, defectos oculares, como la visión doble. La persona en esta fase está plenamente consciente. Los síntomas le sirven de alerta y le facilitan una urgente corrección, fácil de conseguir.
- En una segunda fase ya existe sufrimiento cerebral. La persona ya no es consciente de lo que hace. Pueden aparecer trastornos muy variados de su conducta y a veces estados de gran excitación, incluso con muestras de agresividad. Parece comportarse como si estuviera bebida o drogada.
- Finalmente cae en coma. No ofrece la apariencia de sueño tranquilo como en los desmayos, sino que el cuerpo está inquieto, con movimientos extraños y no coordinados. No es raro que aparezcan convulsiones.
¿Cuál es el tratamiento?
El más habitual, cuando se noten las primeras señales, consiste en ingerir una cucharada de azúcar. Su efecto será más rápido si previamente se disuelve el azúcar en un poco de agua. También se puede ingerir glucosa en vez de azúcar, la glucosa se obtiene en las farmacias en forma de comprimidos de 5 mg. A falta de glucosa o de azúcar, puede servir una bebida azucarada. Si la persona diabética ya no puede controlar la situación porque a perdido su autodominio, alguien tiene que administrarle la glucosa o el azúcar.
Por dicho motivo es muy importante que quienes convivan con ella en el hogar, o algún compañero en el ambiente de trabajo, sepan muy bien cómo actuar en estos casos. Hay que tener en cuenta que no siempre es fácil conseguir la colaboración de la persona diabética cuando está en ese estado. A veces se oponen a que se les administre azúcar, incluso con una cierta violencia. Si el diabético está ya en coma, el tratamiento debe ser medicamentoso.
Alguien deberá inyectarle una ampolla de Glucagon. El Glucagon es una hormona segregada normalmente por el mismo páncreas y que tiene una acción opuesta a la de la insulina. Provoca la subida de la glucemia al estimular el paso hacia la sangre de la glucosa almacenada en el hígado. Lo que no se debe hacer nunca es intentar que la persona en coma beba unos sorbos de agua azucarada acercándole el vaso a la boca. Pueden inundarse las vías respiratorias y provocarle un cuadro de asfixia.
¿Qué cantidad de azúcar es aconsejable para tratar la hipoglucemia?
Unos 15 g (una cucharada sopera colmada) suele ser una buena medida. Se ha dicho para aplicar como norma: 15 g de azúcar y 15 minutos de espera. Si se dispone de tabletas de glucosa, una tableta y media o dos suele ser la dosis aconsejable. Si se trata de un refresco azucarada, media botella pequeña. Una vez administrada alguna de estas dosis, conviene esperar entre 10 y 15 minutos y contener el instinto de tomar más ya que nos puede provocar el efecto contrario que es una hiperglucemia.