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La vitamina C es una vitamina muy delicada que puede destruirse por la acción del calor, del aire y de la luz. De todas estas características, se deduce que el cuerpo no puede almacenarla durante mucho tiempo y que necesitamos ingerirla diariamente a través de los alimentos y la bebida. Según diversos estudios la cantidad que deberíamos ingerir a diario para mantener una concentración óptima es de 200 mg.
Funciones de la vitamina C
Síntesis del colágeno
Mantiene la salud y estructura de cartílagos y ligamentos, huesos, dientes y encías, piel y músculos.
Sobre la cicatrización
La capacidad de curación de las heridas y fracturas depende de la cantidad de colágeno, que a su vez depende de la vitamina C. En las fracturas, la recuperación depende del calcio + vitamina C.
En oxidación/reducción
Forma parte de muchas reacciones del metabolismo: síntesis de aminoácidos y de neurotransmisores, síntesis de corticoides y de la hormona tiroidea… Interviene en la absorción del hierro.
En el músculo
Para la contracción muscular se precisa la presencia de carnitina, aminoácido no esencial, que se halla presente en las carnes y que el organismo sintetiza a partir de la lisina, con la participación imprescindible de la vitamina C. También transporta los ácidos grasos al interior de las mitocondrias, donde serán transformados en energía para la contracción muscular. Los ancianos deficitarios en vitamina C tienen una gran debilidad muscular.
En el deporte
Con 1 g de vitamina C disminuye la frecuencia cardíaca en 8-10 pulsaciones. Esto significa una mayor capacidad funcional, una mejor economía cardíaca. Comporta más sangre bombeada por latido, es decir, una mayor capacidad de distribuir nutrientes y oxígeno, con un menor gasto energético.
Sobre la circulación
- Disminuye el colesterol, evitando las placas ateromatosas.
- Refuerza el endotelio vascular y capilar.
- Disminuye el riesgo de coagulación y, por tanto, de trombosis.
- Tiene una acción antihemorrágica.
- Es de utilidad en el tratamiento de las arañas vasculares y de los capilares rotos.
En inmunidad: defensas e infecciones
Desarrolla una acción antiinfecciosa, aumenta las defensas y equilibra el sistema inmunitario. Aumenta la fagocitosis: hace que los microorganismos activen la formación de anticuerpos por los linfocitos. Aumenta la producción de IgM, anticuerpos de la primera línea de defensa.
Sobre el cáncer
Existe una relación entre menor consumo de la vitamina C y mayor incidencia de cáncer. El nivel de vitamina C es un factor determinante en el desarrollo de resistencias frente a carcinógenos. El paciente de cáncer tiene unas necesidades muy elevadas de vitamina C. La acción de la vitamina C en el cáncer: aumenta la eficacia del sistema inmunitario y la inmunocompetencia. Detoxifica e inhibe la acción de los carcinógenos. Ayuda al colágeno en su acción de encapsular el tumor.
Detoxificante y anticontaminación
Neutraliza los radicales libres. Protege de los metales tóxicos, ayuda a eliminar plomo por vía renal. Protege de la toxicidad de los insecticidas. Protege de los efectos nocivos del tabaco, del alcohol, del cloro, de las radiaciones de rayos x. En la adicción a las drogas, desintoxica y actúa sobre la ansiedad y el ansia por la droga. Protege de los efectos secundarios de los fármacos.
Acción antioxidante
Neutraliza los radicales libres, lo cual es un factor antienvejecimiento.
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