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Los científicos que estudian la modificación de la conducta han identificado las cinco fases que atraviesan las personas que intenta cambiar de hábitos: fase precontemplativa, fase contemplativa, fase de preparación, fase de acción y fase de mantenimiento.
A quienes atraviesan la fase precontemplativa, no les interesa o no piensan modificar su modo de vida en los próximos seis meses. Quizá no consideren que su peso constituya una amenaza para la salud o tal vez tengan otras prioridades y no puedan concentrarse en cambiar sus hábitos.
Si ya se encuentra en la fase contemplativa, usted ya ha pensado modificar su modo de vida en un plazo máximo de seis meses. Probablemente esté sopesando las ventajas y los inconvenientes de modificar sus hábitos de alimentación y ejercicio. Quienes se encuentran en esta fase suelen buscar motivaciones y afirman que saben que deben perder peso o que necesitan una tabla de ejercicios que les motive. Normalmente esperan un momento especial para empezar, una fórmula mágica, como la última dieta milagrosa o el último artilugio que prometa resultados rápidos con el mínimo esfuerzo.
La siguiente fase es la de preparación. Quienes se encuentran en esta fase quieren modificar su modo de vida en un plazo de tres meses. Quizá ya hayan empezado a hacer pequeños cambios en sus hábitos de alimentación y ejercicio y estén interesados en modificarlos aún más. Tal vez ya estén preparados para apuntarse a un gimnasio o para anotar todo lo que comen. Suelen expresar una motivación interna para realizar dichos cambios y no buscan motivaciones externas, como un programa de ejercicios o una persona que les inspire, ni se apoyan en ellas.
En la fase de acción, el deseo y la planificación se manifiestan en cambios de conducta concretos. Quienes se encuentran en esta fase ya han modificado sus hábitos de alimentación y de ejercicios durante los últimos seis meses y están intentado ser más constantes con sus nuevas costumbres. Y suelen decir «Ahora me resulta más fácil seleccionar lo que como e incluir el ejercicio en mi vida cotidiana» o «Voy perdiendo peso, pero a veces me descontrolo un poco»
En la fase de mantenimiento quiere decir que ha mantenido sus nuevos hábitos de alimentación y de ejercicio durante más de seis meses y que estas modificaciones cotidianas han pasado a formar parte de su modo de vida. Aunque evita activamente caer en los viejos hábitos, cada vez confía más en su capacidad de ceñirse a los nuevos. Puede decir cosas como «No me cuesta ningún esfuerzo» o «Este modo de vida forma parte de mí»